Paris Roubaix: la gran carrera de pavés

Este domingo se celebra uno de los acontecimientos deportivos anuales en Francia: la Paris-Roubaix. Esta prueba se celebra desde 1896 (fundada por el periódico Le Vélo) y está organizada por la todopoderosa ASO, organizadora del Tour de Francia o el Rallye Dakar y accionista de UNIPUBLIC (lo mismo que decir la Vuelta a España). Esta carrera, vecina del Tour de Flandes por la proximidad geográfica, es considerada la reina de las clásicas.

La prueba discurre por la zona más septentrional de Francia; desde Compiégne hasta Roubaix, localidad periférica de Lille. La gran diferencia de esta carrera son sus 27 tramos adoquinados que tendrán que sufrir los ciclistas en los 259 kilómetros de carrera. Estos tramos de pavés en la actualidad están prohibidos para la circulación viaria e incluso tienen trabajadores que arreglan los caminos durante el año para que pasen cientos de ciclistas y motos durante unos minutos en “optimas” condiciones. Los tramos adoquinados son muy peligrosos, ya que se caracterizan por estar bacheados, por tener un piso irregular que impide controlar al cien por cien la bicicleta y por la arena que hay en los tramos, es decir, que se puede convertir en un barrizal en caso de inclemencias meteorológicas.
Entre los tramos hay que destacar los de mayor dificultad: El Bosque de Aremberg (km163), construido por Napoleón como medio de circulación comercial hacia Bélgica, es el tramo más difícil por la tremenda irregularidad del piso; Mons-en-pevèle (km210), que se caracteriza por ser un tramo largo (3km) y Carrefour de l’Arbre, a 16 kilómetros de meta y que suele ser coto de ataques y desenlaces de la prueba.
El máximo favorito es Fabian Cancellara (Saxo Bank), una bestia parda suiza con una potencia descomunal y el ciclista que está en mejor forma. Ganó el domingo pasado el Tour de Flandes con una actuación antológica y también ganó la P-R en 2006. Tom Boonen es la gran alternativa, el ciclista belga del Quick Step lleva varios segundos puestos en esta temporada y el equipo necesita una victoria “como el comer”. Ha subido a lo más alto del podio en tres ocasiones (2005, 2008 y 2009) y tiene la histórica oportunidad de igualar en triunfos a otro belga, Roger de Vlaeminck.
Entre los outsiders hay que contar a otro corredor del Saxo Bank, Matti Breschel, que está en gran forma y que seguramente hubiera obtenido un gran resultado en Flandes si no tuviera un pinchazo en un momento clave de la prueba. Joan Antoni Flecha, ciclista catalán del Sky y podio en dos ocasiones; Filippo Pozatto y Thor Hushovd, segundo y tercero el año pasado o Leif Hoste son ciclistas que pueden hacer un gran papel o incluso conseguir el trofeo de ganador: un adoquín extraído de uno de los tramos de la carrera.